Llegar a casa con un recién nacido es una de las experiencias más emocionantes y abrumadoras de la vida. En este período de transición, tanto el bebé como los padres deben adaptarse a un nuevo estilo de vida. Aquí te presentamos algunos consejos básicos para ayudarte a superar esos primeros días y a enfrentarte a los retos emocionales y mentales que pueden surgir como madre primeriza. Recuerda que no estás sola, y es completamente normal sentirte abrumada.
Preparación antes del nacimiento
Preparativos básicos
Antes de que nazca tu bebé, asegúrate de tener todo lo necesario preparado. Además de comprar pañales, toallitas y mamelucos, fija el espacio seguro donde dormirá el bebé. Prepárate con comidas congeladas o pide ayuda a familiares y amigos para que te preparen comida, ya que probablemente no tendrás mucho tiempo para cocinar en las primeras semanas.
Consulta con el pediatra
Es fundamental elegir un pediatra antes del nacimiento. Programa una consulta prenatal para familiarizarte con la clínica y asegurarte de que sus enfoques de crianza coinciden con los tuyos. Esto te dará tranquilidad y te permitirá estar preparada para las consultas posteriores al nacimiento.
¡Ojo! Se vale cambiar de pediatra hasta que encuentres un@ con quien hagas clic. Sigue tu intuición de mamá.
Cuando ya esté en casa
Ritmo de sueño
Cada bebé es diferente, pero generalmente los recién nacidos duermen de 20 minutos a tres horas en cada siesta, totalizando hasta 16 horas al día. Muchos bebés confunden el día y la noche al principio. Durante el día, mantén las persianas abiertas, prende las luces y haz ruido mientras interactúas con tu bebé. Por la noche, baja la luz, mantén la calma y evita jugar con el bebé para ayudarlo a adaptarse al ciclo día-noche.
Identificar las causas del llanto
Los bebés pueden llorar entre dos y cuatro horas al día, incluso si duermen la mayor parte del tiempo. Presta atención a los horarios de tu bebé y utiliza una aplicación o un papel para registrar las horas de sueño, comida y cambio de pañales. Las causas principales del llanto son el hambre, el cansancio y el pañal sucio, pero también pueden llorar por hiperestimulación, incomodidad o temperatura inadecuada. ¡Tranquila! Aunque sientas que algo malo le pasa a tu bebé, muy pocas veces el llanto se debe a dolor o malestar.
Lactancia materna
La lactancia materna es recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante los primeros seis meses de vida. Sin embargo, puede ser un proceso desafiante. No dudes en buscar ayuda de una especialista en lactancia o utilizar recursos disponibles, como líneas de ayuda. Si la lactancia materna no es una opción, la fórmula es una excelente alternativa.
Alimentación con biberón
Si decides usar el biberón, ya sea con leche materna extraída o fórmula, es importante establecer una rutina de alimentación. Alimenta a tu bebé de 8 a 12 veces por día, dejando solo dos a tres horas entre cada alimentación.
Cambios de pañal y cuidado de la piel
En las primeras semanas, tu bebé debería ensuciar al menos cinco a seis pañales al día. Esto es un buen indicador de que está recibiendo suficiente nutrición. A medida que crezca, la frecuencia disminuirá, pero mientras haga popó al menos una vez por semana, no debes preocuparte.
Sarpullidos
Para evitar sarpullidos, revisa el pañal de tu bebé cada par de horas y cámbialo tan pronto esté mojado. Usa cremas y ungüentos para proteger la piel y permitir que sane entre cambios.
Bañar al bebé
Los recién nacidos no se ensucian mucho, así que no es necesario bañarlos a diario. Usa una esponja suave o una toalla húmeda cada dos o tres días. Mantén seca el área del cordón umbilical hasta que se caiga.
Fortaleciendo el Vínculo
El vínculo afectivo entre tú y tu bebé es natural y esencial. Algunas maneras de fortalecerlo incluyen:
- Contacto piel con piel: Cargar a tu bebé y mantener contacto piel con piel.
- Escuchar el latido del corazón: Permite que tu bebé escuche tu corazón.
- Hablarle: Aunque no entienda las palabras, le encanta escuchar tu voz.
Consultas con el pediatra
Después del nacimiento, un pediatra debe atender a tu bebé en los siguientes momentos:
- Dentro de 24 horas después del nacimiento.
- Todos los días en el hospital hasta el alta.
- Tres a cinco días después del alta.
- A las dos semanas de nacido.
- Al mes de nacido.
- Una vez cada dos meses hasta los 18 meses.
Durante estas consultas, el pediatra evaluará el peso, la alimentación y los cambios de pañal de tu bebé, y te hará preguntas sobre cómo se está adaptando tu familia.
Ictericia
La ictericia es común en los recién nacidos y generalmente desaparece en una a tres semanas. Si el color amarillento persiste más de un mes, consulta al pediatra.
Cordón umbilical
El cordón umbilical se cae entre una semana y un mes después del nacimiento. Mantén el área seca y no uses toallitas con alcohol para limpiarlo.
Sucesos importantes en el desarrollo
En el primer mes, tu bebé principalmente comerá, dormirá y ensuciará pañales. A medida que crezca, comenzará a interactuar contigo mediante sonrisas y seguirá con los ojos. Alrededor de los dos meses, empezará a reírse y será un momento mágico.
Proteger al bebé en casa
A medida que tu bebé crezca y comience a moverse, asegúrate de que tu hogar sea seguro:
- Esconde objetos pequeños: Cualquier objeto que pase por un tubo de papel higiénico conlleva riesgo de asfixia.
- Guarda sustancias peligrosas: Almacena productos químicos, medicinas y productos de limpieza en lugares seguros y fuera del alcance.
Conclusión
Ser madre primeriza puede ser abrumador, pero recuerda que no estás sola. Acércate a tus familiares y amigos y pide toda la ayuda que necesites; te sorprenderás con todo lo que puedes recibir simplemente cuando te acercas a otros especialmente en esta etapa de tu vida.
Con estos consejos y la ayuda de tu pediatra, estarás bien equipada para cuidar de tu recién nacido. En Espacio Mom, estamos aquí para apoyarte en cada paso del camino, brindándote información y recursos para que te sientas segura y confiada en tu nueva aventura como mamá.
