Rinitis alérgica perenne

Rinitis alérgica perenne @Dra. Blanca Morfin

La rinitis alérgica es la enfermedad alérgica más frecuente, con una prevalencia mundial aprox. del 30%, afectando a todas las edades. Está ocasionada por inflamación crónica de la mucosa nasal dada por hipersensibilidad tipo I, desencadenada por alergenos. Se le llama estacional cuando es desencadenada por pólenes que predominan en diferentes estaciones; y perenne cuando es causada por alergenos intradomiciliarios que ocasionan síntomas continuos durante todo el año, como: ácaros del polvo, cucarachas, hongos microscópicos; caspa, saliva u orina de perro, gato, ratones, y otros animales domésticos.
En pacientes poli sensibilizados con alergia a pólenes, se presentan exacerbaciones estacionales que se suman al cuadro perenne.

La exposición al alergeno culpable ocasiona la degranulación de la célula cebada con liberación de vasoaminas que darán los diferentes síntomas: rinorrea hialina profusa, congestión nasal, estornudos en salva y prurito nasal, naso-ocular, ótico o en el paladar.

La rinorrea se debe a la sobreproducción de moco en la mucosa nasal, que puede originar rinorrea anterior o posterior con carraspera y tos. La congestión en la rinitis alérgica se origina por inflamación de los cornetes nasales y es el síntoma más molesto, ya que ocasiona mala calidad del sueño, somnolencia, falta de aprovechamiento escolar y un rendimiento inadecuado en el trabajo. La congestión, también favorece el atrapamiento de moco en los senos paranasales, y la colonización con patógenos; por lo tanto, la rinitis es un factor de riesgo para infecciones respiratorias como sinusitis aguda y crónica.

La obstrucción severa puede causar cefalea frontal, anosmia y alteraciones en el sueño, como el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) en el que se presentan apneas del sueño asociadas a ronquidos, dando una mala calidad del sueño, que puede complicarse con hipersomnia diurna, Cor pulmonale, hipertensión arterial, etc.. El crecimiento excesivo de la cola de los cornetes puede obstruir la trompa de Eustaquio, favoreciendo la aparición de otitis media serosa que puede desencadenar a la larga hipoacusia. El prurito se debe a la estimulación de fibras nerviosas por los mediadores inflamatorios, al igual que los estornudos en salva, que pueden ser en bloques de hasta 15 a 20 estornudos. Debido a la hiperreactividad nasal resultante de la inflamación, los síntomas nasales pueden agravarse con la exposición a químicos, irritantes, contaminantes o por factores físicos como el frío.

En el examen físico puede encontrarse un pliegue nasal transverso por el saludo alérgico (empujar la punta de la naríz hacia arriba para aliviar el prurito), ojeras y pliegues de Dennie Morgan dados por la inflamación crónica; respiración oral y maloclusión dental favorecidas por la obstrucción nasal; ensanchamiento del puente nasal, mucosa nasal pálida y edematosa, y rinorrea hialina acuosa.

El diagnóstico se realiza con pruebas cutáneas positivas a alérgenos perennes o bien por la determinación de IgE específica (RAST, Immunocap, etc.)
La citología en moco nasal con eosinofilia > del 10% apoya el diagnóstico, pero se necesita experiencia para poder realizar éste estudio en forma correcta.

El tratamiento se realiza con una combinación de antihistamínicos, descongestionantes y esteroides nasales para poder controlar adecuadamente los síntomas. Los antagonistas de leucotrienos tienen un papel preventivo cuando se dan previo a la exposición.

Los corticoesteroides nasales son la piedra angular del tratamiento, ya que actúan sobre los receptores de la mucosa nasal; y dado que se administran en forma tópica, permiten la aplicación de una pequeña cantidad de medicamento. Entre los esteroides más seguros y eficaces está la mometasona, que se recomienda en niños muy pequeños, mujeres embarazadas y ancianos por su reducida biodisponibilidad, que previene la aparición de efectos secundarios sistémicos.

Es importante iniciar inmunoterapia específica, ya que es el único tratamiento que ha demostrado modificar la evolución de la enfermedad, previniendo el desarrollo de asma, así como, futuras sensibilizaciones. La inmunoterapia debe ser aplicada por un alergólogo certificado.

Fuentes:

  1. Corren J, Baroody FM, Togias A. Allergic and nonallergic rhinitis. In: Burks AW, Holgate ST, O’Hehir RE, et al, eds. Middleton’s Allergy: Principles and Practice. 9th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 40.
  2. Bush RK. Etiopathogenesis and management of perennial allergic rhinitis: a state-of-the-art review. Treat Respir Med. 2004;3(1):45-57. doi: 10.2165/00151829-200403010-00006.
  3. Nanna Juel-Berg 1, Peter Darling, Julie Bolvig, Majken H Foss-Skiftesvik, Susanne Halken, et al. Intranasal corticosteroids compared with oral antihistamines in allergic rhinitis: A systematic review and meta-analysis Am J Rhinol Allergy. 2017 Jan 9;31(1):19-28.

Dra Blanca Morfin

Médico cirujano egresado de la Universidad La Salle
Pediatra egresada del CMN “La Raza”, IMSS
Alergóloga egresada del Instituto Nacional de Pediatría
Maestría en Ciencias egresada de la UNAM
Académica numeraria de la Academia Mexicana de Pediatría
Miembro de COMPEDIA, CMICA, SLAAI
Fellow de la AAAAI
International member de EAACI
Extesorera de COMPEDIA
Exsecretaria del Colegio de Pediatras de la Ciudad de México

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