La rinorrea vasomotora es muy líquida y abundante. Se origina por irritantes nasales como frío, olores fuertes, condimentos, emociones, etc. Se debe a cambios vasomotores en la red vascular de los cornetes y del tabique nasal.
La rinorrea es sanguinolenta cuando la obstrucción nasal es muy seria. Cuando el paciente se suena con fuerza, ocasiona trauma de los pequeños vasos y sangrado.
La rinorrea verdosa sin olor, refleja citólisis generalmente secundaria a la inflamación alérgica crónica. Es aséptica, pero puede llegar a colonizarse con patógenos.
La rinorrea amarillenta generalmente tiene mal olor y se debe a sinusitis aguda, semiaguda o crónica, o bien a la existencia de pólipos nasales, tumoraciones o cuerpos extraños dentro de la naríz.
Por su localización, la rinorrea anterior es la que escurre por las fosas nasales, en forma de goteo o moco abundante líquido o espeso; mientras que la rinorrea posterior es la salida del moco con drenaje hacia la garganta. Ocurre cuando los cornetes obstruyen las fosas nasales, y puede ocasionar tos, sobre todo en las noches.
Los corticosteroides intranasales son seguros y eficaces para el tratamiento de la rinitis alérgica, vasomotora, por sinusitis, o por poliposis. Su administración tópica ayuda a conseguir concentraciones adecuadas en los receptores de la mucosa nasal, previniendo efectos indeseables sistémicos. Favorecen la desinflamación de los cornetes, mejorando la congestión nasal, la comezón, la rinorrea y los estornudos; así como la destrucción del biofilm bacteriano en la sinusitis crónica.
Existen muchos corticosteroides para aplicación tópica nasal; entre ellos, la mometasona tiene muy baja biodisponibilidad, por lo que es el esteroide ideal en todas las edades, sobre todo niños pequeños y mujeres embarazadas.
Otra causa de rinorrea hialina es la causada por fuga de líquido cefalorraquídeo generalmente secundaria a trauma con ruptura de la lámina cribosa, o bien por procedimientos quirúrgicos. También puede ocurrir de forma espontánea en hipertensión cerebral. Este padecimiento debe sospecharse en pacientes que han recibido tratamiento con antihistamínicos y esteroides nasales, y que no presentan ninguna mejoría; y debe manejarse por especialistas como el otorrinolaringólogo o el neurocirujano.
Biografía:
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2.- Cohen YZ. The common cold. In: Bennett JE, Dolin R, Blaser MJ, eds. Mandell, Douglas, and Bennett’s Principles and Practice of Infectious Diseases. 9th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 58
3.- Abuabara A. Cerebrospinal fluid rhinorrhoea: diagnosis and management. Med Oral Patol Oral Cir Bucal. 2007 Sep 1;12(5):E397-400.
Dra Blanca Morfin
Médico cirujano egresado de la Universidad La Salle
Pediatra egresada del CMN “La Raza”, IMSS
Alergóloga egresada del Instituto Nacional de Pediatría
Maestría en Ciencias egresada de la UNAM
Académica numeraria de la Academia Mexicana de Pediatría
Miembro de COMPEDIA, CMICA, SLAAI
Fellow de la AAAAI
International member de EAACI
Extesorera de COMPEDIA
Exsecretaria del Colegio de Pediatras de la Ciudad de México